Si miramos atrás, este año instituciones y artistas se esforzaron por que Ciego de Ávila recuperara el ritmo de antes de la pandemia, por una vida cultural que nos devuelva alegrías
No podemos fingirlo, esa "normalidad" que tanto cuesta definir, y que era la vida de esta provincia antes de que el SARS-CoV-2 nos trastocara en todo sentido, sigue siendo una meta en el horizonte, a la que seguimos persiguiendo.
Miramos en retrospectiva la propuesta cultural de todo este 2022 en Ciego de Ávila y vemos con alivio que, en efecto, nos recuperamos del casi "apagón" que fue 2021, cuando el miedo se respiraba en nuestras calles. Vacuna mediante, la vida sigue su curso y también lo han hecho nuestros artistas y trabajadores de la cultura.
Es agradecida entonces la mirada. Porque decir propuesta cultural de un año, es casi lo mismo que contar sus alegrías.
Entonces la primera mención obligada tendría que ser para el Festival Piña Colada (que no llegó en primavera, sino en julio), el evento de mayor escala que hizo resonar plazas y calles de toda la provincia, y nos trajo a casa voces como las de Raúl Paz, David Blanco, Polito Ibáñez, y los momentos de goce total con Toques del Río, Adalberto Alvarez y su Son, o El Niño y la Verdad. Las ganas acumuladas por ir a cantar o tirar un pasillo fueron satisfechas.
Sin embargo, no por tener menores auditorios hemos de dejar de contar otros eventos de la música. El Festival Al Son del Gallo, en mayo, con sede principal en Morón, fue un excelente "rescate" de agrupaciones y géneros que no siempre gozan de espacios para el gran público, y desde varias plazas de Ciego de Ávila los disfrutaron, no sólo nuestros abuelos.
Así fue con el Jazz Centro, en marzo, un lujo total que fundió en el escenario del teatro Reguero de Morón una amalgama de talentos de altos kilates, con varias generaciones de músicos, y visitas a jóvenes artistas, galerías y espacios que nos enriquecen.
En esta cuenta regresiva no puede faltar el habitual regalo de primavera que es el Trovándote, que se prestigió con Eduardo Sosa, Óscar Sánchez, Nelson Valdés, Ariel Barreiro, Eric Méndez, Ángel Quintero y Axel Milanés y muchos noveles. No puede faltar porque el movimiento del público apegado a la música alternativa siempre es sincronizado y fuerte, agradecido.
Resuenan las tablas
Ciego de Ávila no puede preciarse de ser plaza fuerte en materia de artes escénicas. Con una media de 10 estrenos al año, hay que esperar por los festivales "agitadores" que llevan teatro a las zonas más improbables, y eso, acaso, es una virtud.
2022 no fue una excepción y tuvimos en enero una Jornada Villanueva aún con anclaje en el espacio digital, pero ya en marzo el tributo agradecido a Yosvany Abril nos sembró los escenarios improvisados de alegría y títeres. Somos Abril bautizó como tradición luminosa que queremos también en 2023.
Teatro Primero, anuncio estreno en febrero y regaló otro en diciembre; D' Morón Teatro repuso en marzo y con tremendo éxito su obra original Los Herederos del Tiempo; el grupo Ensemble debutó enero y protagonizó un festival de danza con figuras prestigiosas como Rosario Cárdenas; y la reparación de algunas de nuestras salas y teatros completaron las mejores noticias para estás manifestaciones.
En noviembre, el esperado Títeres al Centro vino a desvelarnos con su clásica Noche más Larga, y le agradecimos.
Nuestras letras, en escritura continua
A grandes rasgos, 2022 fue un buen año para nuestra literatura. Tenemos en los escritores uno de los gremios más activos de los artistas, con labor prolífica en premios y publicaciones.
Así, la primavera fue temporada "florida", y trajo la reapertura de las librerías La Moderna Poesía y Juan Antonio Márquez como ateneos literarios, con café y espacios abiertos para el trabajo comunitario y las tertulias. Tuvimos Feria del Libro en mayo, presentaciones de libros desde bien temprano en enero, y hasta estreno de escritores.
Premio La Llave Pública para Leo Buquet, premios, en plural para Leonel Daimel, Premio Eliseo Diego, de nuestras instituciones del libro, mención en poesía para David Yoel Molina, por El Caimán Barbudo. Estrenos de libros de poesía, cocina, historia, periodismo...
Si algo tienen que lamentar nuestras letras, es la pérdida de Arlen Regueiro Más y José Rolando Rivero, dos arranques duros a nuestra poesía y nuestra narrativa.
Galería adentro
Mientras las plazas o los eventos van y vienen, se llenan y vacían, en ninguna de las galerías avileñas ha faltado una propuesta.
Desde las exposiciones personales de Jenny Hernández Carbó, el debut de la fotógrafa moronense Laura Irene Hernández Simón, o el regreso a las galerías avileñas de Jeosviel Abstengo, los dibujos improvisados de Roberto Ávila, hasta las colectivas o el homenaje a pintores fallecidos, cada espacio abrió las puertas día tras día con una propuesta interesante.
Vinieron a confirmar la vida y la salud de las artes visuales el Salón Regional del Paisaje René Rodríguez, en agosto, y el Salón de Artes Visuales Raúl Martínez, en octubre, que premiaron, entre otros, al artista plástico Carlos Roberto Sánchez y al fotógrafo Humberto del Río.
No podemos dejar de mencionar a nuestro Michel Moro, artista visual que no deja de sumar premios y qué mereció en mayo el premio del World Press Cartoon.
El arte que va con nosotros
En materia de aficionados, patrimonio, artesanía y cultura comunitaria, el quehacer no paró, por suerte, en todo el año.
Los momentos álgidos, por supuesto, fueron Títeres al Centro, la feria Arte para Mamá, la guerrilla cultural de octubre, las jornadas de Todo por el Arte, la Cruzada Cultural Siguiendo la Trocha y el Festival Silencio Azul, en Morón.
Pero también hubo Encuentro de Improvisadores Agustín Alonso, y se fortalece desde Florencia el proyecto Cuenta Cuba, y los proyectos Ananá, AngloCaribe y Fantasmas de una Isla recibieron las miradas de distinciones provinciales y nacionales, por su aporte a la comunidad.
En adición, conjuntos y proyectos portadores de tradiciones cumplieron varios años se longevidad y salud: 25 años de tradiciones canarias desde Majagua, 12 años del grupo campesino Cuerdas y Voces, fiesta con los Bandos de Majagua...
En verano, Lidis Lamorú y la Colmenita de Romerillo alegraron las mañanas de nuestros niños en casi todos los municipios, mientras que a sus casi cuatro décadas, Rayitos de Sol sigue formando niños talentosos, que trajeron premios a casa desde el festival Pista Joven.
Un espacio importante dentro del movimiento de aficionados merecieron los jóvenes del proyecto Parque Virtual, que antes de irse a sus universidades a estudiar decenas de especialidades diferentes, hicieron de los espacios públicos de Morón cómplices de sus inquietudes artísticas, desde la música alternativa.
Ni en premios ni en número de presentaciones puede medirse el éxito o el acierto de una programación cultural. Es en diversidad, regularidad y en su dispersión por la geografía de diez municipios. Claro nos queda que la propuesta, en tiempos de austeridad en los presupuestos de la cultura, merece agradecimientos. Y también que vamos "cogiendo el paso", así que esperamos más, y no menos, del 2023.
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