Entre la religiosidad, la memoria de los abuelos allende los mares y la nostalgia que traspasa a los hijos se ha tejido el arte popular por los cuatro costados de esta provincia.

En estas fiestas por el fin de año y en saludo al Triunfo de la Revolución, que toman por escenario el boulevard avileño y otros espacios públicos, podemos contar con los grupos portadores de tradiciones para animarnos y provocarnos hasta curiosidad.

Así lo afirmó a Invasor Félix Piñeiro Betancourt, metodólogo del Centro Provincial de Casas de Cultura en Ciego de Ávila, y la pregunta casi obligada es ¿dónde han estado todo el año?

Dentro de la programación cultural del 2022, estos grupos actuaron frente al gran público en ocasiones muy selectas. Se cuentan el Festival Piña DanzónSon, el Festival del Caribe en Santiago de Cuba, el Encuentro Provincial de Danza durante los Bandos de Majagua, la Semana de la Cultura en Ciro Redondo y otras actividades asociadas al Triunfo de la Revolución o fiestas populares. En la opinión de Félix,“este año hemos tenido muchas limitaciones económicas y de aseguramiento”.

Como metodólogo ha dedicado parte de su vida a acompañar el devenir de los grupos portadores de tradiciones de todo el territorio.No es tema nimio, ni son pequeños sus aportes a la cultura avileña. La Convención de la UNESCO de 2003, está de su lado; define como “cultor a individuos, grupos o familias cuyo condicionamiento cultural les permite transmitir los valores culturales de las generaciones que les antecedieron, y son por eso reconocidos por la sociedad".

En Ciego de Ávila predominan los grupos que cultivan tradiciones haitianas, seguidos por la herencia jamaicana y campesina, principalmente desde Baraguá, Ciro Redondo, Primero de Enero, Venezuela, Morón, Majagua...

"Metodológicamente, nuestro sistema de Casas de Cultura tiene la función de participar en todos los procesos de identificación, investigación y documentación, partiendo del precepto de no influenciar cambios o transformaciones de su raíz patrimonial".

Desde el punto de vista económico y material, los mecanismos se complejizan. "Anteriormente – explica Félix– desde aquí se compraban las telas para sus vestuarios, por ejemplo, pero ya no tenemos presupuesto para eso", y menos en divisas. Así que desde hace más de un año lo deben costear las direcciones municipales de Cultura, "que deben tener un presupuesto para las actividades que realizan los portadores".

De cara al gran público, los grupos portadores pueden estar casi en el anonimato, teniendo en cuenta que residen en municipios alejados de la cabecera provincial. Sus espacios de presentación suelen reducirse a eventos teóricos, fiestas tradicionales que ocurren una vez al año, o invitaciones a eventos nacionales, "como La Cinta, que fue este año al Festival del Caribe".

"Antes de la pandemia teníamos la Feria de Arte Popular, que se dedicaba a eso, incluso quedamos luego en que se iba a alternar con el Piña Colada, pero ahí está toda la documentación del último, que se quedó en proyectos, porque no se pudo hacer. Realmente los cultores necesitan espacios para presentarse, porque la vida demuestra que si no, se marchitan. Es sólo ensayo y ensayo"

Félix asegura que la preservación de las tradiciones permanece en manos de especialistas

Y nadie como los cultores de tradiciones para poner en lo más alto la cultura plural y diversa que nos caracteriza en Ciego de Ávila y en la Isla. Patrimonio vivo que anda por las calles y los campos y llega al escenario un par de veces en el año. Patrimonio que, en el fondo, queremos que siga teniendo relevo hasta el infinito, para que no se vayan los abuelos con toda la nostalgia, sin dejar nietos con los pies y el corazón llenos de magia.

Disfrutemos su maestría en estas fiestas. Y deseemos un 2023 en que florezca el arte popular.