Se entregará un uniforme completo a los grados iniciales de tres enseñanzas

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Costureras en el taller confeccionan los uniformes en máquinas de coser

A partir del 16 de diciembre comenzará en Ciego de Ávila la venta de los uniformes escolares para el décimo grado de la Enseñanza Preuniversitaria, y el primer año de las enseñanzas Técnica y Profesional (ETP) y Pedagógica, informó Luis Enrique Calderón Piñeiro, director provincial de Educación.

Durante una transmisión en vivo desde la plataforma de Facebook del periódico Invasor, el directivo reiteró la información ofrecida por autoridades del Grupo Empresarial de la Industria Ligera (GEMPIL) a finales de noviembre pasado, cuando explicaron el retraso en la confección de las prendas escolares, motivado por la baja disponibilidad de las materias primas y la situación energética del país.

No obstante, en la actualidad continúa la venta escalonada en la red de tiendas del Ministerio del Comercio Interior en los 10 municipios avileños, que había comenzado aquí con preescolar, quinto y séptimo grados. En esos casos se expendió dos prendas superiores (blusas o camisas) y una inferior (saya o bermuda).

“La industria ya concluyó todas las prendas inferiores y trabaja en las superiores de los grados iniciales de preuniversitario, ETP y pedagógico, por lo cual estamos en condiciones de iniciar la venta el próximo día 16”, precisó Calderón Piñeiro. En un primer momento los estudiantes solo recibirán un uniforme completo, al que posteriormente se le adicionará una prenda superior, prevista para febrero del año que viene.

A finales de noviembre, Mirla Díaz Fonseca, presidenta de GEMPIL, se había referido a las afectaciones a la industria debido a los apagones, lo cual hizo imposible lograr los ritmos de trabajo para que se tuvieran listos los uniformes al inicio del curso escolar 2022-2023.

En Ciego de Ávila el período lectivo involucra a 394 centros educativos y una matrícula de 68 554 estudiantes. Según apuntó el director provincial de Educación, este es el último curso con ajuste curricular y menos de 42 semanas, luego de la COVID-19.